Hace unos años en una visita a Inverness (Escocia) fui a cenar a The Mustard Seed, un reconocido restaurante de esta pequeña pero encantadora ciudad que se encuentra en la zona de las destilerías de whisky más importantes de Reino Unido. Cuando se acercó el camarero para tomar la orden le pedí que me hiciera una sugerencia e inmediatamente y sin dudar me recomendó, “scallops de Nueva Zelanda sobre morcilla de Burgos en salsa de chutney de frutos rojos al oporto”. Le comenté que me parecía una combinación un poco extraña y que no estaba seguro de pedirla, a lo que me contestó muy confiado, “si no le gusta el plato va por mi cuenta”. No se equivocó, fue lo mejor de la noche.