Para muchos fue un sueño cumplido ver en vivo a Fey el viernes 9 de junio en el Guayaquil Country Club (Samborondón). De acuerdo con el equipo de la artista mexicana, ella ya había cantado en Ecuador durante el apogeo de sus primeros años, a mediados de la década del 90. Pero esa noche, hace un mes, para más de uno fue como escucharla por primera vez.

El recital con sus inolvidables rolas Díselo con flores, Media naranja y Azúcar amargo desencadenó un hechizo que convirtió nuevamente en adolescentes a los presentes que se citaron en el espectáculo Flashback 90s Pop del que fue parte su show.

Con esa misma energía transformadora, la cantante de 49 años también está viendo cumplir sus sueños, tal como lo cuenta muy emocionada en una entrevista exclusiva en su camerino, minutos antes del mencionado concierto de junio. En esa charla, la intérprete cuyo verdadero nombre es María Fernanda Blázquez, revela sus metas logradas y como de princesa pop ha pasado a posicionarse en una de las reinas del electropop latino.

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Fey, Mercurio, Kairo y El Símbolo transportaron Guayaquil a los 90 con el concierto Flashback

Y en esa evolución musical no deja de lado sus experimentos con la moda, otro de los atributos por los que se hizo tan famosa y se convierta en una fashion influencer cuando ese término, como tal, todavía no existía. Incluso si su hija Isabella (que procreó con el empresario Alonso Orozco en el 2011) no esté de acuerdo con sus estilismos, bromea Fey.

¿Fey cómo ha sido reencontrarse con el público guayaquileño?

Estoy feliz desde que llegué al aeropuerto. Fue hermoso darme cuenta de todas las personas que estaban esperándome, de todas las edades. Es muy chistoso, porque nos conocimos desde que éramos chiquititos, imagínate ahora, ahora tienen hijos, es muy bonito. Es volver a reencontrarse con gente que quiero mucho, es un lugar donde viví cosas hermosas.

¿Y qué significa cantar nuevamente las canciones que le hicieron famosa para los adolescentes noventeros?

Siempre he dicho que cuando me paro a cantar me transporto. Y es muy bonito, porque todas las personas que también están cantando, moviendo las manos, haciendo la coreografía, creo que nos conectamos otra vez. Todos nos vamos como en una misma máquina del tiempo.

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¿Una artista como Fey qué tipo de música escucha, qué no puede faltar en su playlist?

De todo. Fíjate me gusta de todo. Como digo, si está bien hecho y está de corazón, ya me hace sentir algo, me gusta. No me importa el género, puede ser hasta el mariachi que vivimos en nuestro país (México), flamenco, como electrónico, que es de las cosas que más me gusta obviamente, y el pop también, así como todas las influencias que tengo desde chiquita. Crecí con el grupo Mecano y después se me hizo realidad el sueño de cantar con Ana, de hacer el tributo para Mecano.

Después de una larga carrera, casi 30 años, ¿ha conseguido todo lo que se había imaginado al inicio, qué le hace falta?

Creo que muchas cosas por el lado artístico, creo que por el lado artístico nunca paras, siempre quieres hacer algo más. Siempre quiero hacer otra canción que toque más y que mueva más fibras, que te mueva el corazón, que te dé felicidad, que haga algo en ti. También quiero hacer cosas que nunca he hecho, como cantar con gente que nunca te imaginarías, hacer música con personas que puedan sorprenderme. Siempre estoy dispuesta a retarme con algo más, hacer espectáculos cada vez mejores, nunca para esa misión por lograr algo más.

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Ahora se está posicionando como una reina del electro pop. De hecho, la música tecno siempre fue parte de su estilo y su historia, ¿cómo ha sido su evolución con estos géneros?

Sí, ahora ya los hago más descaradamente (risas). El otro día me reía porque recordaba que en pandemia fue cuando me decidí a hacerlos totalmente, y con todo el cariño compartir con público algo que disfruté muchísimo, y me dije que me voy a dar un gusto. Fue cuando hice esta canción con Paul Oakenfold, que fue uno de mis sueños, porque es de los primeros cinco DJ que para mi gusto marcaron la historia de la música electrónica en el planeta. Lograrlo fue muy bonito para mí y me encanta, estuve con él tocando a nivel latino. No me lo podía creer. Han sido muchos regalos estos últimos años, como el poder verme desde otro lugar, ¿no? Para mí explorar la parte electrónica es de las cosas que más me emocionan, porque tiene mucha energía en el escenario. Siempre me ha gustado desde el escenario inspirar, pero también inyectar energía.

¿Cómo te vinculaste con Paúl Oakenfold?

Estaban haciendo una película donde iban a trabajar con él. Fue toda una historia y de ahí empezamos las pláticas, él es una persona superhumilde, superlindo, que que por un lado tiene un alma joven totalmente, porque la música lo mantiene refrescado. Y tiene todas las ganas de ayudarte, porque es alguien que te dice ‘¿en qué te ayudo, qué hago por ti?’ todo el tiempo. Fue muy, muy padre, nos entendimos muy rápido y hay más por venir, primero Dios, porque estamos hablando también de seguir haciendo cosas nuevas en el futuro.

Yo sé que a veces suelen decir que uno se tarda mucho, pero de verdad siento que para hacer música nueva tiene que tener un sentido primero, tener una canción que vale la pena, nada más sacarla por sacar, pues no estoy muy de acuerdo en eso. Prefiero esperarme. También a veces se da que he estado haciendo mucha música últimamente, he compuesto mucho, pero no lo he sacado aún.

¿Y cuándo podríamos oír esa música nueva?

Muy pronto, más pronto de lo que creen.

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¿Qué nuevas historias tiene Fey para contar con su música más actual?

Con la música me gusta hacer sentir cosas y yo amo bailar. Con la música que estoy haciendo de repente me hace sentir frescura, me hace sentir energía y todo eso espero reflejarlo en la gente. A veces salen letras muy tiernas o profundas, y a veces son cosas que te divierten. Lo que trae el empuje y la fuerza es la música, más que las letras. Pero seguro nos hará bailar 100 %.

¿Qué hace Fey cuando no está en los escenarios o no está cantando?

Creo que lo mismo que todo, que es darse tiempo con mi familia, estar en sus vidas. La disfruto, me encanta, y pues me gusta darme tiempo también. Poder hacer viajes para mí es muy significativo. Eso básicamente. Nada raro (risas).

Fey y su hija Isabella. (tomado de Instagram) Foto: El Universo
Algo que no sabíamos de Fey es que ella es vegana, pero en sus redes sociales no se ve mucho de esa faceta, como otros artistas que comparten ese estilo de vida de forma más frecuente.

Soy vegana desde que tenía 21 años. La verdad no conocía a nadie que hiciera esto y menos en mi familia, que son argentinos y españoles, casi me sacan de la casa en ese entonces. Para mí fue algo motivado por los animales. Siento que debo ser su defensora. Pasado el tiempo te confieso que en algún momento empecé otra vez a comer pescado, pero ya no. No siento que me haga falta, he estudiado mucho y también he probado la comida vegana en Guayaquil. Como unas papas chiquitas que te mueres (las papas chauchas) y unos platanitos dorados que me enamoré (chifles).

Además de la música, Fey también ha sido una gran influyente de la moda, incluso desde antes que naciera el término influencer. ¿Cómo se ha dado cuenta de ese poder que tiene y cómo lo usa?

Está chistoso, porque cuando yo empecé me vestía diferente a lo que usaban todos los artistas de ese momento. Incluso desde antes de cantar, lo hacía con mis amigas, me inventaba estilos, pero eran muy sencillos, tampoco es que me inventara el vestido de pasarela... La verdad eran estilos mucho más para el día a día. para las clases de baile que por alguna razón. Además, cuando empiezas a bailar, y todos los bailarines pueden decirlo, inventan su moda... Sale mucha moda de ese mundo, que es muy casual. Y luego ya cuando empecé yo con lo mío fue como por naturaleza (el vestuario). Y al final siempre acabo inventándome algo, hasta la fecha. Esto era un calcetín (muestra una muñequera). Me encanta jugar con la ropa.

Fey y sus looks sin esfuerzo que se convirtieron en las tendencias de moda más importantes de los 90. Foto: Internet
¿Entonces usted crea su propio vestuario? ¿Lo sigue haciendo?

Tengo gente que trabaja conmigo, que hace un vestuario increíble. También lo hacemos en conjunto. Les digo lo que quiero, les mando muestras de cosas que me gustan y al final siempre me lo dan sin terminar, porque saben que yo lo muevo.

¿Si pudieras regresar a una de sus tendencias, cuál escogería: la chamarra a la cintura o donitas (moños) en las muñecas?

Las donitas en las muñecas, definitivamente (risas). Mi hija me dice “ay, mami, qué es eso”, y le digo “mi amor eso me lo inventé yo”. “¡Cómo dices eso!” y yo le digo “¡Te lo juro!”. Y no le gusta mi música, pero yo creo que es por llevar la contraria. Ella toca bajo y canta, pero no le gusta mi música. (E)