Una nueva variante está teniendo una mayor prevalencia en varios países del mundo como Reino Unido y Estados Unidos, se trata de la EG.5.1, conocida popularmente como Eris y que corresponde a un sublinaje de ómicron.

El virus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad COVID-19, generó una emergencia sanitaria a nivel mundial a inicios del 2020. Debido a su propagación, se detectaron variantes del virus original.

El pasado 19 de julio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la catalogó como una variante bajo monitoreo. La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) emitió un informe a finales de julio en el que especificó que esta variante se planteó para un monitorio el 3 de julio debido a un aumento de reportes a nivel internacional, principalmente en Asia.

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El 31 de julio se elevó la alerta debido a un aumento del número de genomas en esa región. Al menos el 11% de las secuencias del Reino Unido correspondían a Eris.

Aún en ese país hay una mayor presencia de la variante XBB.1.16, conocida como Arcturus.

En el caso de Estados Unidos, el científico Eric Topol señaló que la variante estaba ganando terreno. “La variante EG.5.1 plantea un desafío para nuestra respuesta inmunitaria humoral (de anticuerpos)”, indicó en su portal.

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De acuerdo con cifras de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) hasta el 5 de agosto, el 17,3% de las muestras analizadas correspondían a EG.5.1.

Dentro de los síntomas que puede presentar se encuentran:

  • Dolor de garganta
  • Secreción nasal
  • Congestión nasal
  • Estornudos
  • Tos
  • Dolor de cabeza
  • Voz ronca
  • Dolores musculares
  • Sentido del olfato alterado. (I)