(...) las consultas populares son un parteaguas, es decir, marcan un antes y un después en la vida de los Estados...
(...) la expectativa de la población se concentra en la gestión del presidente y los resultados que pudiera obtener...
A pocos días de que el país inaugure un nuevo ciclo, la población demanda mínimos de certeza para llegar a diciembre con cierta calma y redoblar las esperanzas.
El acuerdo nacional es una posibilidad para reinventarnos, crecer como sociedad, matar el espíritu del sálvese quien pueda.
No esperemos a ser demócratas por la fuerza y el dolor de las circunstancias. El miedo a la inseguridad nos puede paralizar y ese es el objetivo que persiguen.
Resultaría más interesante trazar posibles escenarios para que los decisores mejoren su lectura de la realidad.
El mundo de la política en vez de ser un bálsamo que pueda articular acciones y armonizar respuestas fue lo contrario...
Lo que hagamos o dejemos de hacer con los jóvenes determina la vida del presente y las consecuencias del mañana.
Se necesita educar en ciudadanía, el fomento de una democracia plena, una economía con inversión social, nuevos partidos políticos y otras formas de liderazgo.
... Entonces, mientras haya impunidad, la gente honrada no podrá sentirse segura ni tampoco identificada con el país.
La economía no despega por una combinación de variables externas e internas. Ya veníamos desde el 2015 con problemas severos.
Quiero un país en donde asumamos responsabilidades y que la culpa de nuestros errores no sea de la vaca.
Las insinuaciones de que “se vayan todos” son recurrentes y las propuestas para mejorar la gobernabilidad están a la orden del día.
En el segundo tiempo la gente debe ilusionarse de nuevo, ver que sus problemas se resuelven, constatar nuevas cosas.
No tienen ningún efecto nuevas leyes mientras los corruptos lleguen al poder y hagan de las leyes papel higiénico.
Hay que cambiar la idea de gobernar como si fuese un sistema de riego por goteo a otro que nos amplíe la visión...
El afán del gobernante de turno por dejar una impronta y diferenciarse exacerbó la personalización de la política.
No hay salida a la crisis mientras no haya una tregua mínima por parte de los contrincantes: coyunturales e históricos.
¿Quiénes ganan con la crisis y por qué les interesa mantener el caos?
... Entonces, la invitación a la protesta de cualquier sector sin una lectura sensible es tendenciosa.
Nunca la venganza ha edificado nación alguna, sí los acuerdos que tienen como base el diálogo y los propósitos claros sin excluir a nadie.
La votación en disputa está en el segmento de los jóvenes, quienes anteponen sus causas y necesidades a las ideologías.
... la sospecha es un modo de ser, estar y hacer. Y así no se puede construir ciudadanía y, peor aún, democracia.
Los países van adonde sus élites les conduzcan. El apoyo del pueblo a una minoría equivocada le lleva al despeñadero.
Las redes sociales democratizan la especulación; los resultados de las encuestas falsas e imprecisas están a la orden del día.
... las alianzas pueden romperse a la vuelta de la esquina si no se tejieron principios, un programas y estrategias.
Una primera lección: cada vez se fabrican más candidaturas y menos cuadros para el servicio público.
Tregua política
Mujeres y poder
Sensación de vacío