Estamos viviendo una época complicada que nos presenta escenarios tristes y desesperanza. Solemos perder la confianza en nosotros mismos y sentirnos abrumados. Las tensiones nos acompañan y, en consecuencia, el estado de ánimo disminuye. Sin embargo, no podemos dejarnos llevar por los pensamientos negativos, por la sensación de derrota y por el miedo.

A continuación les comparto unas estrategias para poder enfrentar los momentos difíciles y encontrar salidas funcionales.

  • Identifica tus pensamientos distorsionados. En momentos difíciles, es común que los pensamientos negativos y distorsionados tomen el control. Identifica esos patrones y cuestiona su validez. ¿Existen pruebas sólidas para esos pensamientos? ¿Hay una manera más realista de ver la situación?
  • Practica la resiliencia. Recuerda que has superado dificultades en el pasado. Reflexiona sobre tus logros y cómo te has recuperado de situaciones adversas. Esto puede fortalecer tu confianza para enfrentar las dificultades actuales.
  • Busca apoyo social. Hablar con amigos, familiares o seres queridos puede proporcionarte una sensación de alivio y apoyo emocional. A veces, solo expresar tus sentimientos en voz alta puede reducir su intensidad.
  • Mantén una rutina. La estructura y la rutina pueden proporcionar un sentido de normalidad y control, incluso en medio de situaciones estresantes. Intenta mantener horarios regulares para las comidas, el trabajo y el descanso.
  • Practica la visualización. Cierra los ojos e imagina un lugar tranquilo y seguro. Visualiza cada detalle, desde los colores hasta los sonidos. Esta técnica puede ayudarte a relajarte y alejarte mentalmente de la situación estresante.
  • Establece objetivos pequeños. Divide la situación estresante en pasos más pequeños y manejables. Enfócate en lograr pequeños objetivos, lo que te permitirá avanzar gradualmente y sentir un sentido de logro.
  • Practica el autocuidado. Dedica tiempo para hacer cosas que te gusten y te relajen. Esto puede incluir leer, escuchar música, practicar un hobby o simplemente disfrutar de un tiempo a solas. El autocuidado es esencial para mantener tu equilibrio emocional.
  • Establece límites. Aprende a decir “no” cuando sea necesario y establece límites saludables en tus responsabilidades y compromisos. Esto puede prevenir la sobrecarga y el agotamiento.
  • Evita la autocrítica excesiva. En momentos difíciles, es común ser autocrítico. No obstante, trata de ser compasivo contigo mismo. Hablarte a ti mismo con amabilidad y comprensión puede ayudarte a manejar las emociones negativas.
  • Mantén un estilo de vida saludable. El ejercicio regular, una dieta equilibrada y un buen descanso son fundamentales para manejar el estrés. Estos hábitos pueden mejorar tu bienestar emocional y físico.
  • Practica la relajación muscular. Tensa y luego relaja cada grupo muscular en tu cuerpo. Comienza desde los pies y avanza hacia la cabeza. Esto puede liberar la tensión física y relajar tu cuerpo.
  • Mantén un diario de gratitud. Anota cada día tres cosas por las que estás agradecido, incluso en medio de situaciones difíciles. Esto puede cambiar tu enfoque hacia lo positivo y mejorar tu perspectiva general.
  • Usa el humor. El humor puede ser un poderoso amortiguador del estrés. Encuentra maneras de ver el lado humorístico de la situación, incluso si es un poco irónico. La risa puede reducir la tensión y cambiar tu perspectiva.

Recuerda que la calma es un proceso continuo y requiere práctica. La combinación de diferentes estrategias puede ser efectiva para enfrentar situaciones difíciles. Si sientes que la ansiedad o el estrés son abrumadores, considera buscar ayuda profesional de un psicólogo o terapeuta para recibir apoyo específico. (O)